Si estás aquí, probablemente es porque tienes un cachorro o perro adulto que no quiere comer su comida, lo que puede ser extremadamente frustrante para ti y, obviamente, para tu peludito. Existen muchas razones por las que un perro no tiene apetito y aquí te dejamos 4 de ellas:
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Cambios en la dieta
El olor es fundamental para tu perro. Si recientemente cambiaste la comida de tu perro de forma repentina y no a través de una transición lenta, es probable que tu peludo lo rechace. Si vas a cambiar la marca o el tipo de su alimento, trata de hacerlo mezclando la antigua con la nueva poco a poco hasta llegar a darle el 100% de la nueva comida.
Problemas dentales
Imagina que si a ti te costaría comer si tienes problemas dentales, como el dolor de encías o muelas, imagina a un perro que piensa en comida 24/7. Los problemas dentales puede traerle dificultades para masticar y tragar y puede llevarlo a rechazar su porción de comida.
Ojo con los problemas digestivos
Si tu perro ha vomitado o tiene diarrea, lo más probable es que no esté de tan buen ánimo para comer y rechazará su alimento. Fíjate si comió algo que le haya caído mal (como un alimento o un objeto) y si el problema persiste, acude a un veterinario.
Por estrés o ansiedad
Cada vez se está hablando más sobre la ansiedad o el estrés en perros y aquí tenemos una consecuencia más: puede afectar a un cachorro o perro de cualquier edad a no querer comer su comida. Puede ser algo nuevo en su vida como un cambio de rutina, una mudanza, un nuevo miembro en la familia o algún hecho traumático en su día a día.
Recuerda: si tu perro lleva más de un día rechazando su comida, es importante que lo lleves a un veterinario para descartar algún otro problema en su salud y que te den una mejor orientación en cómo abordar este problema.
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